Un buen día descubrí a Eva Tabali paseando por la madrileña calle de la Pincesa y me quedé prendado de ella: no pude sino seguirla 264 páginas más allá.

El director teatral Rodrigo Lastanosa acababa de contratar a Eva para interpretar un papel clave en su próxima obra: unos diálogos entre tres parejas atípicas, interpretadas sucesivamente por los mismos actores, Eva y un actor mayor, Carlos Cano, apenas recuperado de una larga enfermedad.

Ambos se convierten así, primero, en Michel de Montaigne y Marie de Gournay, joven editora de la obra del ensayista; a continuación, en René Descartes y Hélène Jans, a quien el filósofo conoce en Amsterdam y que se convierte en su compañera de años nada fáciles y en la madre de su hija Francine; finalmente, en madame Guyon y François Fénelon, dos escritores malditos de las postrimerías del reinado de Luis XIV. En resumen, siglos XVI y XVII, el momento de construcción de los ideales de una Europa sin fronteras.

La obra queda programada en el Teatro de la Abadía de Madrid para el principio de la temporada de otoño de 2016 y empieza a ensayarse, con bastante tiempo, al final de la primavera. Pero la tranquilidad con que se presenta el proyecto queda rota el día de la primera reunión de trabajo con los actores: a la vuelta a casa, Lastanosa encuentra su ordenador –donde están los archivos de la obra, todavía inacabada– bloqueado por un ransomware que amenaza con borrarlo todo. Durante los minutos que siguen, una misteriosa moto negra se mantiene por los alrededores. Pocos días después, a la llegada al primer ensayo, los actores encuentran, junto a la puerta del teatro, a un pobre indigente extranjero rodeado de un grupo amenazante de skinheads

¿Conseguirán los teatreros estrenar la pieza? ¿Cómo afectarán a sus vidas los acontecimientos que les rodean y el mismo proceso de creación teatral?

Ricardo Serrano Deza, Tres diálogos de otoño, Trois-Rivières, 2017. ISBN 978-2-9817159-2-0 (ebook ISBN 978-2-9817159-3-7)

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